Un reciente artículo escrito por científicos de la Universidad de Leeds (Reino Unido) para The Conversation busca ofrecer nuevos matices respecto a qué es lo que realmente hace que a las personas les guste un alimento en concreto y también, qué es lo que las lleva a comer en exceso.
Para su investigación, los especialistas les pidieron a más de 3.000 adultos que calificaran fotografías de más de 400 alimentos cotidianos sin ningún tipo de etiquetado, indicando cuánto les gustaban y la probabilidad de que los consumieran en exceso.
Varios de los resultados eran predecibles: a las personas les gustaban los alimentos que comían con mayor frecuencia, así como aquellos ricos en calorías que suelen provocar un consumo excesivo. No obstante, el hallazgo más sorprendente surgió de las creencias y percepciones de las personas.
Los científicos se dieron cuenta de que percibir un alimento como dulce, graso o muy procesado aumentaba la probabilidad de consumirlo en exceso, independientemente de su contenido nutricional real. Por otro lado, aquellos alimentos que se consideraban amargos o ricos en fibra tenían el efecto contrario. Debido a esto, los investigadores concluyeron que las ideas preconcebidas que tenemos sobre ciertas comidas influyen en la manera en la que las consumimos.
La publicación destaca que no se debe olvidar que muchas personas consumen ciertos alimentos más allá del hambre, como por ejemplo "comodidad, conexión y placer" y sugiere que una mejor educación alimentaria podría mejorar los hábitos entre la población.
Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!