Repsol reconoce que no fue consciente de la "magnitud" del derrame del crudo hasta que no llegó a las playas
El presidente de la compañía española Repsol en Perú, Jaime Fernández-Cuesta, dijo que la empresa "está asumiendo las consecuencias" del derrame de petróleo en el litoral peruano y admitió que no fueron "conscientes" de la magnitud de lo ocurrido hasta que llegaron hidrocarburos a las playas.
"Estamos asumiendo las consecuencias de este desastre desde el primer día, sin dudarlo, y sin escatimar un dólar", explicó en una entrevista en al programa televisivo Punto Final, donde también reconoció que "hasta el día siguiente" la compañía no se dio cuenta del tamaño del desastre.
"Seguro que hemos cometido errores. El tema de la cantidad reportada en un informe preliminar el mismo día, no haber sido capaces de detectar manchas de petróleo hasta el día siguiente a pesar de que salimos con las barcas a buscar", comentó.
#ESTENDENCIA • Jaime Fernández-CuestaEn entrevista con Mónica Delta, el empresario español negó que la empresa que dirige, Repsol, tenga responsabilidad en el derrame de aprox. 6 mil barriles de petróleo en el mar de Ventanilla, y aseguró que su plan de contingencia funcionó. pic.twitter.com/ZGk9OmwbXg
— La Tendencia 🇵🇪 (@latendenciape) January 24, 2022
En un primer momento, Repsol minimizó el derrame y estimó que se trató de unos siete galones, pero el Ministerio del Ambiente informó después de que se trataba de unos 6.000 barriles de crudo.
Según el último comunicado del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), la extensión del área afectada en las playas es de 180 hectáreas y en el mar de 713 hectáreas.
"Resarcirse de forma inmediata"
La empresa asegura que el derrame –que tuvo lugar el 15 de enero en las costas del distrito de Ventanilla, en la provincia del Callao– ocurrió por un "oleaje anómalo" tras la erupción volcánica submarina cerca del archipiélago de Tonga y que las altas mareas alteraron el proceso de descarga de crudo del buque Mare Dorium a la refinería La Pampilla, operada por Repsol.
"Lo que afirmo es que se produjeron oleajes y corrientes anómalas y no porque lo diga yo, sino porque todos los informes científicos lo avalan", aseveró Fernández-Cuesta.
El Gobierno peruano pidió la semana pasada a Repsol "resarcirse de forma inmediata" del daño provocado y le dio 10 días para cumplir con todas las acciones de limpieza y descontaminación.
Un grupo de expertos de la ONU evaluará esta semana el impacto socioambiental del suceso y asesorará a las autoridades en la gestión y coordinación de la respuesta.
"Algo que le tiene que quedar claro a la empresa es que en el Perú nos regimos por algo que se llama Responsabilidad Objetiva, lo que significa que alguien que realiza una actividad riesgosa es responsable por cualquier hecho con daños que se puedan presentar", comentó la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, entrevistada por el mismo programa.
Vásquez declaró que el Gobierno verificó que al segundo o tercer día después del derrame, "el plan de contingencia [de la empresa] no se había desplegado". "No es verdad que desde el primer momento estuvieron ahí. Estábamos en el segundo o tercer día y el plan de contingencia no se había desplegado", subrayó.
"La falta de una acción diligente de la empresa ha generado una serie de consecuencias mayores que no debieron haber ocurrido si es que el derrame hubiese sido atendido a tiempo. Desde el Gobierno estamos convencidos de que hay una seria responsabilidad de la empresa que no pueden eludir", sostuvo.
Desde la semana pasada, se han intensificado las protestas contra la compañía, y entre los manifestantes se encuentran muchos pescadores que han perdido sus empleos.