
EE.UU. da un paso clave en la batalla global tecnológica con China

Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), líder mundial en la fabricación de semiconductores, ha dado un paso trascendental al anunciar una inversión de 100.000 millones de dólares en nuevas instalaciones de producción en Estados Unidos, reveló el presidente Donald Trump este lunes.
Durante una rueda de prensa, Trump estuvo acompañado por el secretario de Comercio, Howard Lutnick, y C.C. Wei, consejero delegado de TSMC. "Los chips de IA más potentes del mundo se fabricarán aquí mismo, en Estados Unidos, y será un gran porcentaje de los chips fabricados por su empresa", afirmó el presidente.

La mayor parte de esta inversión se destinará a la construcción de cinco "instalaciones de fabricación de vanguardia" en el estado de Arizona, que, según Trump, crearán "miles de puestos de trabajo bien remunerados" y generarán "miles de millones de dólares en actividad económica". Además, el mandatario destacó que este proyecto "impulsará el dominio de Estados Unidos en inteligencia artificial".
Por su parte, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, explicó que la decisión de TSMC de trasladar parte de su producción a EE.UU. se debe a dos factores clave: el acceso al "mayor mercado del mundo" y la posibilidad de evitar los aranceles que afectan a las importaciones. TSMC produce chips para gigantes tecnológicos como Apple, Intel y Nvidia. Son esenciales para casi todos los sectores tecnológicos, desde teléfonos inteligentes y consolas de videojuegos hasta los servidores que impulsan la inteligencia artificial.
¿Cómo afectaría a China?
Las tensiones entre EE.UU. y China van en aumento a medida que ambos países compiten por el dominio en áreas tecnológicas clave, como la de los semiconductores. La inversión de 100.000 millones de dólares de TSMC en la construcción de plantas de chips en EE.UU. tendría un impacto significativo en China, ya que fortalecería la posición de EE.UU. en la guerra comercial.
TSMC, como líder mundial en semiconductores avanzados, posee más del 60 % de la cuota de mercado global, según informes de la prensa taiwanesa. Si EE.UU. comienza a aumentar su producción de chips a nivel nacional, privaría a China de influencia a través del control de tecnologías críticas.
Este fortalecimiento de la posición estadounidense en el sector de los semiconductores podría complicar aún más el acceso de China a tecnologías avanzadas. Esto es especialmente relevante en el contexto de las sanciones impuestas por EE.UU., que restringen la exportación de equipos de fabricación de chips a la República Popular China.