
Rubén Blades emplaza a El Salvador por venezolanos detenidos: "La ley aplicada mal deja de ser ley"

Las polémicas deportaciones masivas decretadas por la Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, siguen en el punto de mira de la opinión mundial a medida que se van conociendo más detalles sobre las historias personales de los afectados.
Uno de los episodios más controvertidos ha sido la deportación de 238 venezolanos a El Salvador, donde fueron ingresados en una de las megacárceles construidas por el presidente del país centroamericano, Nayib Bukele, destinadas a los pandilleros, terroristas y los criminales más peligrosos.
Entre los deportados se encontraban personas sin antecedentes penales y ningún tipo de vinculación con el crimen, muchos con sus papeles en regla, bajo los parámetros de la gestión del expresidente Joe Biden. La deportación se llevó a cabo incluso en contra de la orden de un juez y con la frontal oposición de Venezuela.
Conozcan a Arturo Suárez Trejo, migrante caraqueño con 6 años en Santiago, donde lanzó su carrera musical, es una muestra de la criminalización de la migración.Bukele lo secuestro !!!#BukeleTeEquivocastepic.twitter.com/TFClieoR2t
— Thania la Merideñita (@LaBunkeB) March 23, 2025
Una de las personas deportadas fue Arturo Suárez-Trejo. Su nombre consta en la lista interna del Gobierno estadounidense que, el jueves de la semana pasada, publicó la cadena CBS News. Sus familiares ya lo habían reconocido en las imágenes que el Gobierno de Bukele difunde de presos con la cabeza rapada.
Rubén Blades pide su liberación
El músico, activista y exministro de Turismo de Panamá, Rubén Blades, ha sido una de las figuras más reconocidas que ha pedido abiertamente la revisión del caso de Suárez-Trejo.

En una carta abierta, el cantautor se ha quejado de la forma "posiblemente ilegal" de la tramitación de las deportaciones, de las solicitudes concedidas "súbitamente anuladas" y de la imposibilidad de apelar esas decisiones de manera legal.
"El caso del venezolano Arturo Suarez-Trejo es un ejemplo de cómo cualquiera puede verse afectado por la arbitrariedad administrativa y judicial y convertirse en su víctima", asevera el músico.
En esa línea, hace un llamado a las autoridades salvadoreñas: "Hacer lo correcto, no lo conveniente, eso es lo que exige la situación. Por favor, corrijan el aparente error del caso de Arturo-Trejo Suarez e investiguen con el detenimiento necesario a los deportados enviados junto a él. Por favor, eviten hacerse cómplices de una injusticia. Como bien dijo 'Tite' [Curet Alonso], 'la ley aplicada mal deja de ser ley'".
Un músico con ganas de progresar
Suárez-Trejo, de 33 años, abandonó Venezuela en 2018 para establecerse en Chile, donde se dedicó a la música, su pasión. Desde allí emigró el año pasado a EE.UU. y lo hizo de forma legal: era beneficiario del programa CBP One.
En septiembre de 2024 se presentó en un puesto fronterizo entre México y EE.UU., donde consiguió un 'parole' humanitario que le permitió ingresar en el país de manera regular. Hasta tenía una cita para el próximo 2 de abril para continuar la tramitación de su documentación.
Sin embargo, no podrá asistir a la cita. A principios del mes pasado agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas irrumpieron en la casa donde se encontraba grabando un videoclip con otras personas.
Nathali Sánchez difunde en Facebook que su pareja y padre de su hijo fue arrestado por indocumentado en EE.UU y fue enviado a El Salvador acusado de ser parte del Tren de Aragua, pero es cantante y compositor. Se los llevan solo por tener tatuajes pic.twitter.com/fOjpEYnnGH
— Manuel Azuaje R. (@Manuelfilosofia) March 18, 2025
Su pareja y madre de un bebé de tres meses, Nathali Sánchez, ha recurrido a las redes sociales para pedir ayuda. "Es otra víctima más del atropello que han causado, acusándolo de ser parte del tren de Aragua, cuando lo único a lo que se ha dedicado toda su vida es a la música", se lamentaba en una publicación. "Él no es ningún delincuente, es una persona honesta y trabajadora, con sueños por cumplir", concluyó.
"Como músico, me solidarizo con la tragedia de un colega porque me luce injustamente tratado. Como abogado señalo la manera arbitraria como en ocasiones se aplica la ley", apuntó Blades, por su parte.
Destino megacárcel de seguridad
El destino del joven venezolano no fue su país de origen, sino la megacárcel salvadoreña a la que le enviaron junto a sus 237 connacionales, acusados de pertenecer a la extinta banda 'Tren de Aragua', recientemente designada como "terrorista" por EE.UU. Caracas ha reiterado que ninguno de los deportados es parte de la organización criminal, desmantelada hace dos años.
La familia de Suárez-Trejo no ha recibido ningún tipo de información de las autoridades estadounidenses. La filtración de la lista por los medios de comunicación fue lo que confirmó sus sospechas de que había sido enviado a El Salvador. De momento, no saben nada más: ni de qué se le acusa, ni cuánto tiempo permanecerá entre rejas.
Sin antecedentes penales, pero con tatuajes
Por las redes sociales circulan los documentos que atestiguan que Suárez-Trejo no tiene antecedentes penales en ninguno de los países en los que ha residido. Se han encargado de difundirlo familiares y amigos, indignados por la situación de injusticia que les ha tocado vivir.
Joven músico deportado por EE.UU y preso en El Salvador posee certificación de Chile,Colombia y Venezuela de no tener antecedentes penales.Así lo informó en nuestro programa “En buena hora” el pastor Edgard Trejo, también músico y tío de Arturo Alejandro Suárez Trejo,... (sigue) pic.twitter.com/Zn3lmEeOgw
— Mario Villegas 🇻🇪 (@mario_villegas) March 26, 2025
Después de que saltara el escándalo, las autoridades estadounidenses acabaron reconociendo que no todos los deportados en esos tres vuelos eran miembros de la citada pandilla y que muchos no tienen antecedentes criminales.
Según los testimonios que han trascendido, parece que los tatuajes fueron el motivo que propició la discriminación de las fuerzas del orden. Así, los agentes han asociado esas marcas en la piel con la criminalidad, dejando de lado el hecho de que son casi siempre una forma de expresión.