
"Hipocresía asombrosa": EE.UU. afronta otro caso de periodista añadido a un grupo oficial

Una empleada del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, por sus siglas en inglés) agregó accidentalmente en enero a un periodista a una correspondencia por e-mail sobre un próximo operativo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), informó NBC, citando a sus fuentes.
Según contaron el exjefe de gabinete del ICE, Jason Houser, un exfuncionario y un funcionario actual del DHS, la empleada añadió a un reportero a un correo electrónico que incluía información sobre las próximas operaciones del ICE en el área de la ciudad de Denver.

Los informantes indicaron que la información no era clasificada, aunque se consideraba sensible para las fuerzas del orden, ya que incluía la hora del día en que se llevaría a cabo la operación y las posibles ubicaciones de los domicilios donde se podrían identificar los objetivos.
Al darse cuenta inmediatamente de su error, la empleada llamó al periodista, quien se avino a no revelar la información. La operación del ICE se llevó a cabo sin incidentes. No obstante, días después, la empleada fue suspendida de empleo a la espera de una investigación. Posteriormente, se le notificó que la agencia tenía la intención de revocar su autorización de seguridad.
La noticia sale a la luz en el contexto del escándalo por la filtración de un chat secreto sobre una futura operación contra los hutíes de Yemen. Este lunes, el redactor en jefe de la revista The Atlantic, Jeffrey Goldberg, reveló que recibió la solicitud de conexión en Signal, una aplicación de mensajería cifrada, de un usuario identificado como Michael Watlz, y la aceptó. En el grupo estaban presentes 18 funcionarios estadounidenses, incluidos Waltz, el vicepresidente James D. Vance, el secretario de Defensa Pete Hegseth, y el secretario de Estado Marco Rubio.
Castigo desigual: "doble rasero"
En este contexto, expertos observan un castigo desigual para quienes filtran información involuntariamente. Houser señaló que la mujer fue suspendida por compartir información no clasificada, "mientras que funcionarios políticos filtran planes de guerra clasificados y no enfrentan ninguna consecuencia". "Esto no es solo un doble rasero, sino imprudente y peligroso", dijo.
"Atacar a una funcionaria de carrera que dedicó su servicio a proteger la seguridad pública y hacer cumplir la ley, mientras se excusa a funcionarios políticos que filtraron planes de guerra delicados, demuestra que esta Administración castiga la integridad y protege la imprudencia", comentó Houser. "Es una hipocresía asombrosa", añadió.
Por su parte, Mary McCord, ex alta funcionaria de la división de seguridad nacional del Departamento de Justicia, opinó que la filtración del chat de Signal debería tomarse "al menos tan en serio" como la filtración de la empleada del DHS.