La Embajada de Rusia en Italia se ha pronunciado sobre la decisión de los países occidentales de celebrar la llamada Conferencia de Recuperación de Ucrania, cuyo inicio tiene lugar este 10 de julio en Roma, exponiendo su verdadero trasfondo. La misión diplomática señala que hasta "el propio nombre de esta iniciativa contiene la lógica cínica y engañosa de los actuales líderes de los países occidentales, incluida Italia".
"En lugar de detener la guerra y eliminar sus causas profundas, se centran en sus consecuencias, mostrando así al mundo entero el deseo de dominación, insaciabilidad y codicia por la que están dispuestos a poner patas arriba cualquier situación", declaró la embajada.
La misión diplomática destaca que, en vez de frenar el apetito de Vladímir Zelenski y hacerle entender la necesidad de solucionar de forma pacífica y diplomática el conflicto en el que está sumergida Ucrania desde 2014 —cuando ocurrió el golpe de Estado y la represión militar por parte de los nacionalistas contra la población rusohablante de Donbass—, Occidente, junto a Italia, "nuevamente están abriendo sus brazos insidiosos y están dispuestos a prometer patrocinar al régimen de Kiev 'para siempre' mediante suministros de armas por valor de miles de millones de dólares".
¿A dónde va el dinero?
Pero ese no es el único gasto que enfrentan los contribuyentes de estos países, sino que las autoridades italianas también invierten "como si nada" sumas considerables en organizar un evento como este. Entonces, por una parte, no cesa la financiación del prolongamiento indefinido de las hostilidades, —aumentando así la destrucción y el sufrimiento de la población en Ucrania—, mientras que, por otra, se discute la recaudación de fondos para la restauración de los daños y su distribución entre las estructuras financieras y contratistas occidentales, señala el organismo.
En este contexto, la embajada recuerda que en los medios de comunicación constantemente aparecen informes de que gran parte del dinero suministrado por EE.UU. y la UE al régimen de Kiev —cuyo monto ya supera los 150.000 millones de euros— no llega a su destino, sino que termina en "los bolsillos" tanto de funcionarios ucraniano como occidentales. "Al parecer, el mismo destino les espera a las cantidades con muchos ceros que se anunciarán tras los resultados de la conferencia de Roma", agrega.

"Un enorme agujero financiero"
"Es bien sabido que todo este comedero ya ha cobrado vida propia y se ha hecho autónomo, convirtiéndose en un enorme agujero financiero no solo para los países occidentales, sino también para la economía global en su conjunto", continúa la embajada.
"Tan solo el FMI [Fondo Monetario Internacional] gastó 15.600 millones de dólares en Ucrania en 2023. Esto es más de un tercio del volumen anual de todos los programas del Fondo. Desde el Banco Mundial se había anunciado la asignación de casi 54.000 millones de dólares a Ucrania desde principios de 2022. En su conjunto, estas cantidades asignadas a Ucrania superan el doble de las asignaciones anuales de las estructuras de Bretton Woods a todos los países africanos", compara.
"De ese modo, tratando de salvar al condenado régimen nacionalista de Zelenski, los países de Occidente y, en particular, Italia, con su apoyo incondicional de 360 grados al pequeño 'führer' de Kiev, no solo privan a su población y a sus votantes de fondos para la financiación del desarrollo y de la realización de programas sociales nacionales, sino también retiran dinero de las sumas prometidas a los países necesitados del Sur y del Este destinados a los objetivos del desarrollo, mitigación de la pobreza y solución de los problemas ecológicos y demográficos", concluye la misión diplomática.