El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, destacó este lunes el papel de la fe para el país y señaló que hay que restaurar la religión en la nación.
"Como sabemos, Estados Unidos se fundó sobre la fe, y llevo mucho tiempo diciendo que, cuando la fe se debilita, nuestro país parece debilitarse", afirmó el presidente durante la Comisión Presidencial sobre Libertad Religiosa en Washington D.C. En este contexto, declaró que su Administración está defendiendo los derechos y restaurando la identidad como nación bajo Dios. "Somos una nación bajo Dios, y siempre lo seremos", agregó.
"Tenemos que recuperar la religión en Estados Unidos, recuperarla más fuerte que nunca, a medida que nuestro país se hace cada vez más fuerte", indicó Trump. "Pero, para tener una gran nación, hay que tener religión. Creo firmemente en ello. Tiene que haber algo después de pasar por todo esto. Y ese algo es Dios", añadió.
Además, informó que había creado el primer grupo de trabajo del Departamento de Justicia para "erradicar los prejuicios anticristianos". "Se oye hablar del antisemitismo, pero no del anticristianismo", afirmó.
Además, Trump anunció unos cambios en el sistema educativo en lo relacionado a la religión. "Durante la mayor parte de la historia de nuestro país, la Biblia ha estado presente en todas las aulas de la nación. Sin embargo, en muchas escuelas, los estudiantes de hoy en día son adoctrinados con propaganda antirreligiosa y algunos incluso son castigados por sus creencias religiosas", dijo el inquilino de la Casa Blanca.
"Me complace anunciar esta mañana que el Departamento de Educación publicará en breve nuevas directrices que protegen el derecho a rezar en nuestras escuelas públicas", agregó.
En julio de este año, la Casa Blanca permitió a sus empleados la exhibición y uso de artículos con fines religiosos, como, por ejemplo, Biblias, en sus respectivos lugares de trabajo.
