Un equipo internacional de investigadores liderado por la Universidad de Bayreuth (Alemania) ha logrado sintetizar un material que rompe las reglas clásicas de la física de los metales.
Se trata del compuesto cloruro de magnesio (Mg₃Cl₇), creado bajo presiones y temperaturas extremas en una celda de yunque de diamante, que es capaz de conducir electricidad y al mismo tiempo manipular la luz de manera única, al doble de la frecuencia de la que recibe, una propiedad que hasta ahora solo se había observado en materiales no metálicos.
Lo novedoso del hallazgo es que la conductividad de este compuesto no proviene del tradicional mar de electrones libres como en los metales comunes, sino de los electrones aportados por los iones de cloro. Este mecanismo permite que el material conserve una polaridad interna estable, algo muy raro en los metales, lo que lo convierte en un sistema híbrido: un conductor eléctrico con capacidad óptica activa.
Nuevas perspectivas
"Esta combinación es extremadamente inusual en la naturaleza y abre perspectivas completamente nuevas para el diseño de materiales multifuncionales", aseveró el doctor Yuqing Yin, investigador postdoctoral del grupo de Física y Tecnología de Materiales en Condiciones Extremas de la Universidad de Bayreuth y autor principal del estudio.
Según los investigadores, esta combinación lo convierte en un candidato prometedor para el desarrollo de sensores más precisos, componentes de comunicaciones ópticas y futuros dispositivos cuánticos. "Estamos solo al comienzo […] Incluso elementos simples como el magnesio y el cloro pueden, bajo las condiciones adecuadas, formar estructuras completamente inesperadas con propiedades únicas", señaló el profesor Leonid Dubrovinsky, coautor del estudio.
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