La Administración de Donald Trump estudia las vías para reforzar la influencia del dólar en la economía global y contrarrestar el creciente peso financiero de China, que intenta minimizar el uso de la moneda estadounidense en transacciones con los países emergentes, reporta Financial Times.
Según el periódico, personal de la Casa Blanca y del Departamento del Tesoro han mantenido reuniones en verano con Steve Hanke, profesor de la Universidad Johns Hopkins y reconocido experto en materia de la dolarización, para evaluar cómo expandir el uso internacional de la divisa.
"Es una política que están tomando muy en serio, aunque aún está en desarrollo. No se han tomado decisiones finales todavía", declaró Hanke a Financial Times.
El debate se produce en el contexto de la involucración de EE.UU. en las economías inestables de América Latina, como la de Argentina, donde la pérdida recurrente de confianza en el peso ha reavivado discusiones sobre el uso del dólar como moneda oficial, aunque tanto Buenos Aires como Washington niegan que exista un plan concreto sobre la dolarización del país.
Interés serio
Hanke indicó que una figura relacionada con la política, con conexiones en la Casa Blanca, le dejó claro que en lo alto de la actual Administración hay un grupo de personas que aboga por "fortalecer el papel internacional del dólar". Explorar vías paralelas, como la promoción de 'stablecoins' respaldadas por la moneda estadounidense, va en la misma línea que el interés en la dolarización de otros países, agregó.
"Los poderosos habían solicitado que se examinaran a fondo todas las cuestiones relacionadas", resumió.
Un portavoz de la Casa Blanca confirmó los encuentros con Hanke, pero insistió en que el Gobierno no ha adoptado una posición oficial sobre la promoción de la dolarización. "El presidente Trump ha reafirmado reiteradamente su compromiso con mantener la fortaleza y el poder del dólar", señaló, añadiendo que "la Administración solicita con regularidad la opinión de expertos externos sobre esta prioridad presidencial".
"Sin embargo, estas conversaciones y sesiones de consulta no deben interpretarse como un reflejo de las posturas políticas oficiales ni de la formulación de políticas de la Administración", afirmó el portavoz Kush Desai.


