"No hay certeza" de que Ucrania vaya a devolver el préstamo de 140.000 millones de euros que se debate ahora en la Unión Europea y que plantean financiar con activos rusos congelados, declaró el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Noel Barrot.
En una entrevista con medios locales, Barrot dijo que se debate ahora "un préstamo de 140.000 millones [de euros] que permitirá poner a Ucrania a salvo de cualquier dificultad financiera durante al menos tres años".
A continuación, al canciller le preguntaron si este préstamo está garantizado con activos rusos congelados y sobre la renuncia de algunos países a acceder al dinero ruso por el "riesgo legal" que esto conlleva. El ministro francés indicó que hay "una serie de exigencias sobre este préstamo".
"La exigencia es que [el préstamo] no conduzca a una confiscación de los activos rusos que están congelados en Europa, lo que plantearía problemas legales", detalló.
Barrot mencionó que otra exigencia es "la participación a nuestro lado de nuestros socios del G7 para que compartan con nosotros el riesgo financiero asociado a este préstamo, del cual no tenemos la certeza absoluta de que vaya a ser reembolsado".
La tercera exigencia, de acuerdo con Barrot, es que el dinero prestado que se destinará para los gastos militares "permita desarrollar nuestra industria europea de defensa, a la que, por supuesto, Ucrania contribuye ahora".
Debate sobre el préstamo
La Comisión Europea planteó en septiembre otorgar un "préstamo de reparación" de 140.000 millones de euros para Ucrania, financiado con los activos rusos congelados. Según la propuesta, Kiev devolvería el crédito una vez que Rusia pague las reparaciones derivadas del conflicto, una idea rechazada consistentemente por Moscú.
Sin embargo, la decisión sobre la confiscación ha sido aplazada hasta diciembre debido a la oposición de Bélgica de asumir toda la carga de los riesgos que la medida podría conllevar.
Postura firme de Moscú
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que Moscú "responderá debidamente a los intentos de robar sus bienes", calificando las acciones de la Comisión Europea como "un flagrante engaño y robo". Aseguró además que esta confiscación de reservas "no salvará a Kiev". "Al parecer, los instintos ancestrales de colonizadores y piratas se han despertado en los europeos", añadió.
La portavoz de la Cancillería, María Zajárova, afirmó que considerarían "ladrones" a los países que confisquen los activos y prometió contramedidas "muy duras".
Críticas dentro de la UE
Previamente, Bélgica, Eslovaquia y Hungría se expresaron en contra de la confiscación de los activos rusos. Además, se reportó que Italia y Francia manifestaron "cierta reticencia", debido a preocupaciones por sus responsabilidades financieras, en caso de que un tribunal internacional declare ilegítimo el recurso a las reservas de Moscú.
Por su parte, Valérie Urbain, directora general del depósito de valores Euroclear, con sede en Bélgica, anunció estar dispuesta a llevar a la Comisión Europea y al Consejo de la UE ante los tribunales si estos ordenan la confiscación de los activos rusos congelados.
"Debemos estar muy atentos. [Eso iría en contra] del derecho internacional sobre los activos soberanos que pertenecen a un Estado. Rusia podría entonces emprender acciones legales", advirtió. Un riesgo crítico que señaló Urbain es que, si los activos se transfieren a Kiev, la deuda con el Banco Central Ruso permanecería en los libros de Euroclear, de manera que la empresa quedaría como única responsable del reembolso si se levantaran las sanciones. "¿Quién nos dará entonces los 140.000 millones de euros a devolver?", cuestionó.



