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Los legisladores de EE.UU., entre la industria armamentística y la pared
Los legisladores de EE.UU. no aprueban leyes para el control de armas por temor a perder sus puestos en el Congreso, ya que se sienten amenazados por la industria de armas. Así lo cree el presidente de Vamos Unidos USA, Juan José Gutiérrez.
La actitud de los estadounidenses respecto a las armas está cambiando. No en vano, la opinión pública se muestra más proclive a fortalecer los mecanismos que permitan a las autoridades ejercer un mayor control sobre la posesión de armas, explica el presidente de la organización Vamos Unidos USA, Juan José Gutiérrez.
Sin embargo, la ley correspondiente que debe hacer realidad estos objetivos todavía no ha sido aprobada, porque "la industria de las armas es sumamente poderosa económica y políticamente", afirma el experto, que califica a la Asociación Nacional del Rifle como "la organización para el cabildeo más fuerte que existe en Washington".
"Los políticos le tienen miedo porque esta organización que promueve que no haya ningún tipo de controles sobre las armas tiene tanto poder que cuando amenaza a cualquier político estos se ponen a temblar literalmente porque les puede costar su puesto en el Congreso", revela Gutiérrez, que explica de esa manera por qué los políticos "no se apresuran a pasar legislación" que frene la venta al público de armas de asalto.
Este miércoles la ex congresista estadounidense Gabrielle Giffords, que resultó gravemente herida en un tiroteo en 2011, hizo un llamamiento al Senado para que actúe de manera urgente contra la violencia armada en EE.UU. La declaración de Giffords coincidió con la primera audiencia que se celebró en el Senado estadounidense sobre este tema.
La masacre en un colegio de Connecticut en el que perecieron 20 niños ha puesto al rojo vivo el debate sobre el control de armas en EE.UU.
Sin embargo, la ley correspondiente que debe hacer realidad estos objetivos todavía no ha sido aprobada, porque "la industria de las armas es sumamente poderosa económica y políticamente", afirma el experto, que califica a la Asociación Nacional del Rifle como "la organización para el cabildeo más fuerte que existe en Washington".
"Los políticos le tienen miedo porque esta organización que promueve que no haya ningún tipo de controles sobre las armas tiene tanto poder que cuando amenaza a cualquier político estos se ponen a temblar literalmente porque les puede costar su puesto en el Congreso", revela Gutiérrez, que explica de esa manera por qué los políticos "no se apresuran a pasar legislación" que frene la venta al público de armas de asalto.
Este miércoles la ex congresista estadounidense Gabrielle Giffords, que resultó gravemente herida en un tiroteo en 2011, hizo un llamamiento al Senado para que actúe de manera urgente contra la violencia armada en EE.UU. La declaración de Giffords coincidió con la primera audiencia que se celebró en el Senado estadounidense sobre este tema.
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