Los aranceles anunciados por el presidente estadounidense, Donald Trump, contra Brasil, que entrarán en vigor el 1 de agosto, podrían sacudir el mapa comercial entre América Latina y EE.UU.
Aunque países como Argentina, Colombia, Uruguay, Ecuador tienen el potencial de absorber parte de la demanda estadounidense de materias primas —como café o carne—, la sofisticación industrial brasileña deja escaso margen para reemplazar bienes estratégicos como aviones, acero o celulosa.
"Hay diferencias de calidad, hay una imagen de marca país, pero son fácilmente sustituibles por competidores latinoamericanos y africanos, que también producen algunos de estos ítems", comentó a Bloomberg Helena Pinto de Mello, profesora de Economía en la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo.

Sin embargo, la experta reconoció que la capacidad de Brasil para abastecer grandes volúmenes, a precios competitivos, sigue siendo una ventaja clave frente a otros países de la región. Según la Oficina de Análisis Económico de EE.UU., que recoge la agencia, las exportaciones hacia Brasil sumaron 78.000 millones de dólares en 2024, frente a importaciones por unos 49.000 millones.
Aunque Washington mantiene un superávit con Brasil —que Trump insiste en desconocer—, los nuevos aranceles se interpretan más como un gesto geopolítico que económico, en un contexto de creciente protagonismo de los BRICS.
No es tan "fácil"
Brasil exporta a EE.UU. materias primas como petróleo, café y carne, además de bienes industriales complejos, como aviones, acero y celulosa.
Fábio Pereira de Andrade, profesor de Economía, advierte que los aranceles de Trump podrían generar presiones inflacionarias para EE.UU., al ser difícil sustituir insumos industriales y materias primas clave como el café o la carne.
"Tanto Argentina como Uruguay ya tienen una parte importante de su producción destinada al Mercosur y una pequeña porción a Europa. Entonces, tal vez no sea tan simple; no tienen carne de sobra para exportar a EE.UU. Así que, aunque parezca fácil, no lo es tanto, y habrá costos para EE.UU.: aumento del costo de vida y dificultad para sustituir esos productos", explicó la especialista.

Rubros clave
En sectores como el aeronáutico, el acero y la celulosa, el impacto sería especialmente severo. Embraer, tercer mayor fabricante de aviones del mundo, exporta casi la mitad de sus aeronaves a EE.UU., y un arancel del 50 % podría encarecer cada unidad en 9 millones de dólares.
- En 2024, Brasil exportó 1.500 millones de dólares en celulosa, con empresas como Suzano, que podrían redirigir su oferta, aunque enfrentando problemas logísticos.
- En el caso del acero, ya la ley vigente pecha con un arancel de 50 % a todos. En caso de que algún país de la región intente llenar ese vacío, sería complicado porque también estará sometido a las tarifas. No beneficia a productores líderes del rubro, como Colombia y México.
- Sustituir a Brasil en productos como el café tampoco es sencillo. Centroamérica podría cubrir parte de la demanda, pero la baja disponibilidad y el peso global esa región dificultan una solución rápida.
- En carne, el panorama es aún más complicado: el rodeo ganadero de EE.UU. está en mínimos históricos y Argentina no tiene ni la capacidad productiva ni el margen político para reemplazar a Brasil.
En medio de ese panorama, el analista Alejandro Arroyo Welbers destacó que para Argentina no es tan sencillo reemplazar al gigante suramericano: "Primero, porque no tiene una gran capacidad de producción para suplir a Brasil; y segundo, porque tampoco puede salir a tapar agujeros que deje esa relación, porque te contrapone, te pone en una posición brava, complicada con Brasil", afirmó.
En cambio, el mercado del cacao podría ofrecer una leve oportunidad a Ecuador, aunque el impacto sería moderado. Brasil destina la mayor parte de su producción al consumo interno —con un promedio de 3,6 kilos per cápita—, lo que abre una pequeña ventana para que otros países ganen espacio, si se encarecen los chocolates brasileños.
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