Poco después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenara este sábado al Departamento de Guerra que enviara "todos los soldados necesarios" a Portland, Oregón, para asegurar la ciudad y salvaguardar al personal de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en medio de protestas del movimiento político Antifa, el alcalde de la urbe, Keith Wilson, tachó la medida de innecesaria.
El alto cargo desestimó el plan del presidente, asegurando que en Portland no hay anarquía ni violencia. "Esta es una ciudad estadounidense. No necesitamos ninguna intervención", declaró horas después de que se supiera la directiva del mandatario, explicando que los videos que muestran violencia en la ciudad son de hace cinco años.
"Si el presidente Trump viniera hoy a Portland, lo que encontraría es gente montando en bicicleta, practicando deportes, disfrutando del sol, comprando comestibles o productos agrícolas en un mercado", dijo.