Ambientalistas son retenidos por "un ejército privado" del magnate inglés Joe Lewis cuando intentaban llegar al Lago Escondido de Argentina

Ambientalistas de la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (FIPCA) denunciaron este lunes que fueron amenazados y retenidos por un grupo de guardias irregulares al servicio del magnate inglés Joe Lewis mientras intentaban acceder al Lago Escondido de Argentina, cuyo ingreso se ve restringido por la propiedad privada del extranjero, pese a las leyes vigentes.

El último viernes, organizaciones sociales y sindicales iniciaron la sexta Marcha por la Soberanía del Lago Escondido, ubicado 40 kilómetros al norte de la localidad de El Bolsón, provincia de Río Negro.

En concreto, exigen que los administradores del predio respeten el fallo judicial que ordena la liberación de dos senderos con llegada a ese hermoso espacio natural, rodeado por las 12.000 hectáreas del multimillonario. Los ecologistas advierten que las tranqueras siguen intactas, y no solo eso: dicen que fueron reforzadas con rejas y alambres de púas. 

Aquella larga travesía por la montaña hacia el anhelado espejo de agua —cuyo recorrido implica tres días—, se vio interrumpida el domingo, según relatan, por 50 hombres con machetes, la mitad de ellos a caballo. También contaron que poseían armas de fuego. La FIPCA indicó que el personal, tildado de "ejército privado que respondería al interés de Lewis", bloqueó caminos, dejando inmovilizados a por lo menos 21 manifestantes, que todavía no pudieron volver al pueblo más cercano. 

"La Policía nos dejó solos"

Sergio Cuestas, abogado de la agrupación, decidió regresar solo. Al no tener disponibles los caminos principales, se vio obligado a buscar vías alternativas. Salió por la mañana, llegó a las 13:00 y amplió una denuncia ante la Justicia: "Nos impidieron llegar a la costa, nos amenazaron, pincharon uno de los kayaks y tuvimos que retroceder", repasó en redes sociales. Las agresiones siguieron: "Nos dijeron que nos iban a tirar al río, a asar a la parrilla y a visitar a la noche para que nos acordáramos que no teníamos que regresar".

A pesar de ello, en medio de la tensión, las fuerzas de seguridad se ausentaron: "La Policía nos dejó solos toda la noche, no tuvimos otro medio para volver y comunicar lo que estaba sucediendo", agregó Cuestas. Incluso afirmó que durante la intimidación reconocieron a Nicolás Van Dickmar, un administrador del inmenso territorio privado.

Una de las situaciones más dramáticas se dio cuando el médico y docente universitario Jorge Rachid, un conocido militante peronista, se descompensó, motivando una operación de rescate del Ministerio de Seguridad provincial. Igualmente, pese a las presentaciones de 'habeas corpus', la Justicia no ordenó un operativo mayor para garantizar el regreso de todos los manifestantes, que llevan más de tres días en la montaña sin custodia policial. Muchos de ellos no tienen las aptitudes físicas para regresar a pie por zonas adversas para transitar. Y la FIPCA alertó que están incomunicados, sospechando que los teléfonos satelitales son interceptados desde las tierras de Lewis. 

El fallo judicial que ordena la apertura de los caminos se obtuvo en 2009, luego de haberse presentado un amparo colectivo en 2005. La resolución responde a la Constitución provincial, que dispone el libre acceso para todos los espejos de agua. Sin embargo, la orden no se respeta. De hecho, en las últimas horas se viralizó un video de un operativo policial garantizando el incumplimiento, mientras un comisario opina que "el camino es privado". 

El último domingo, la Secretaría de Derechos Humanos del Gobierno de Alberto Fernández comunicó: "Ese es un camino autorizado por la Justicia para poder acceder al lago. Ya solicitamos a las autoridades de la provincia de Río Negro que garanticen la seguridad y libre circulación de todos". 

El "amigo" de Macri

En cuanto al terreno, ya se denunció que la adquisición se habría concretado de modo irregular: por estar cerca de la frontera con Chile, no está permitida la venta de tierras a un extranjero, por asuntos de seguridad estratégica. El historiador Alejandro Olmos señaló que un argentino, presidente de la firma H.R. Properties Buenos Aires S.A., obtuvo la autorización de la Comisión Nacional de Zonas de Seguridad para la compra en 1996. Pero luego esa firma cambió de nombre y pasó a ser parte de la sociedad Lago Corp., en manos de Lewis, publicó el periodista Julián Varsavsky en Página 12.

El histórico fallo de la Justicia argentina sobre un territorio mapuche que podría sentar precedentes y evitar desalojos por la fuerza

Según Olmos, la venta se autorizó a una sociedad, pero la escritura de las tierras se firmó a nombre de otra. "Hace un año presenté un extenso escrito en la Procuración del Tesoro para que hiciera acciones para anular la compra. Las pruebas son categóricas, pero Carlos Zannini —el procurador— me contestó que no tiene instrucciones del Poder Ejecutivo para hacerlo", dijo este domingo.

Las hectáreas del magnate británico, identificado por Forbes como el séptimo ciudadano más rico de Reino Unido en 2015, tienen gran simbolismo político: Mauricio Macri, cuando era presidente, fue a disfrutar del predio, viajando en un helicóptero dispuesto por el propio Lewis.

En julio del 2016, el jefe de Estado eliminó el tope de mil hectáreas a nombre de extranjeros, y en 2017, reconoció que era su "amigo". Incluso opinó que hay una "sistemática búsqueda de agredir" al empresario, poseedor de una fortuna de casi 5.000 millones de dólares. "El lago tiene un mejor acceso del que tenía antes de que Lewis comprara esa propiedad, no sé qué se pretende", decía Macri.  

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